El hombre en el momento que decide

(imagen de la Web)

Las circunstancias por las cuales el hombre, llegado el momento cumbre en el que los problemas dejan de serlo y se convierten en obstáculos superiores a su capacidad, y, toma la última decisión en su vida: el suicidio, son posibles de clasificar, aunque para ello es necesario adentrarse en la vida misma del individuo en cuestión.

Lo que para tal o cual, las dificultades económicas son vallas que impiden el continuar de su rutinaria existencia, para un tercero, a diferencia de aquel, incompatibilidad en la vida conyugal es el freno que impide su expansión como persona y el triunfo frente a la sociedad que lo rodea. Existen otras, no menos complicadas situaciones, que, el ser humano debe afrontar, no obstante pertenecen ubicadas dentro de su voluntad, o tal vez fuera de su dominio electoral.

Las aptitudes del humano, distan en calidad, potencia y/o evaluación. Se debe tener en cuenta para analizarlas, varios pormenores que hacen al individuo: su infancia, su preparación educativa, el ambiente que lo rodea, sus logros dentro de la sociedad, familia, hijos, estado económico.

Aun llegando a un aproximado cuadro del personaje en cuestión, que puede resultar  similar a otros tantos casos, podríamos enfrentarnos con reacciones dispares entre los individuos estudiados.

Preguntas obligadas: 

*¿Cuál es el factor que determina en la mente humana, la discerción entre lo posible y lo imposible?

*¿En que momento las circunstancias intimidan  a tal punto, que el abismo se abre frente a uno, y solo resta tomar el envión final?

Expertos en la materia, estudiosos del pensamiento, analizadores de la conducta humana, psicólogos, manipulean decenas de tesis, instruyen sobre resultados de exámenes efectuados pos-evento. 

Nadie, pudo, ni logrará afirmar con certeza, ¿qué pensamiento ocupó el cerebro del hombre, que influyó para que los distintos contactos nerviosos efectuarán las ordenes necesarias para que los flujos intracerebrales se mezclen en tal manera que permitieron llegar a la conclusión final.

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Beto Brom