miércoles, 20 de agosto de 2014

Soy israelí, y con mucha honra





Los países fueron y son catalogados de acuerdo a decenas de parámetros que son significativos, en mayor o menor grado, a consecuencia de decisiones tomadas por el medio encargado de la selección y clasificación.

Nuestro pequeño y no siempre bien ponderado país, figura en infinidad de rubros, en los primeros puestos.

No obstante ello, y teniendo en cuenta la vieja enseñanza de que la historia depende de quien la escriba, en el consenso general, el cual obviamente se encuentra influenciado por corrientes ajenas e interesadas, continúa ocupando un puesto de primacía en lo referente a país opresor e invasor que ignora y no respeta las pautas elementales de los derechos humanos.

El nuestro es un país democrático (único en el Medio Oriente) decisión que trae aparejada un número respetable de conceptos que no permiten la realización de actos, que podrían ser necesarios e indispensables para el continuo desarrollo de una vida normal y segura, para seguridad y protección de todos los habitantes.

Lo anterior planteado es con referencia a la estrategia puesta a cabo por las fuerzas armadas, bajo control del gobierno, en lo relativo al tipo de represalias contra el continuo accionar sanguinario a manos de las organizaciones terroristas, internas y externas, que tienen como finalidad el extermino y desaparición de nuestro país. Pues no olvidar que a lo que a Israel le está "prohibido" (Convención de Ginebra) no cuenta con respecto a bandas fundamentalistas terroristas.

En diferentes tipos de industria, Israel produce elementos que son utilizados por grandes países con una larga historia en la materia, a causa, por supuesto, de poseer una alta tecnología utilizada en su fabricación; aquí podemos mencionar lo relacionado con sistemas de telecomunicación, de programas de computación, de sistemas de control aplicados en la aeronáutica, instrumental óptico avanzado, sistemas de irrigación, y larga es la lista.

En lo referido a la cultura, nuestras orquestas son reconocidas mundialmente e invitadas a conciertos en los más afamados teatros del mundo. La cinematografía israelí, ha llegado en los últimos tiempos, a ser nombre, en los festivales reconocidos para tal fin. Muchos de nuestros escritores lograron premios y condecoraciones en decenas de concursos internacionales.

No existe convención, feria, exposición en la que Israel no este representada, en todos los rubros: industriales, culturales, científicos, o sociales.

Varios Premios Nóbel fueron acreditados a israelíes.

La mayoría de las empresas aéreas mas conocidas, aterrizan y despegan del flamante aeropuerto internacional Ben Gurion. Las compañías aéreas israelíes llegan a casi todos los rincones del globo.

Israel mantiene relación diplomática con cerca de doscientos países.

Si, es verdad, nuestra ubicación "molesta" a no pocos de nuestros vecinos. El hecho que "existimos" perturba a muchos de aquellos otros que tratan por todos los medios de hacemos desaparecer de la faz de la tierra.

Nuestro pasado milenario, afianzado por nuestro presente glorioso, nos brindará un futuro digno que todos los hombres de buena voluntad que aspiran a un mañana mejor, lo reconocerán y respetarán.

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2 comentarios:

  1. Un abrazo, che, vos sos argentino de pura cepa, de sangre y alma y es como si fueras israelí por las raíces y el tiempo radicado en Israel. Pero, vos sos argentino, argentino americano.

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  2. Un gustazo recibir tu visita, estimado Diego. Aprecio tu comentario y por su puesto tu abrazo.
    Ya más de medio siglo siglo viviendo en mi rinconcito de la histórica Galilea, aunque en el fondo de mi corazón está grabado un grato recuerdo de mi querida Argentina.
    Shalom, colega de la pluma

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